Comienzo este blog como no puede ser de otra manera: rindiendo homenaje a Chulo que con su inolvidable "Virgen de Oreja" dejó una huella imborrable en todos nosotros, creándonos la imperiosa necesidad de introducir objetos no identificados (llámese servilletas enroscadas, ramitas u cualquier otro objeto que cumpla la función de "molestador") en la oreja de todo aquel que en medio de una reunión familiar tenga el tupé de cabecear y dormirse. No por mucho tiempo, claro está...
martes, 18 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario